jueves, 26 de julio de 2012

PRESENTACIÓN


La arquitectura es quizás el arte más público. No está solamente en los buenos edificios, ni tan siquiera solamente en los edificios. No habita en la mente de los arquitectos, ni en las revistas o los libros. Tampoco su lugar son los museos o las salas de proyección. Encontramos la arquitectura en ciertas situaciones que tienen que ver con el espacio y los sentidos con que lo percibimos. Hay rincones, sombras, muros en los que resbala la luz o rebota el sonido... que nos arrancan por un momento del mundo de convenciones en el que vivimos para llevarnos a una realidad más completa en la cual lo que estamos haciendo y lo que estamos sintiendo tiene un solo sentido coherente y placentero. Incluso en el edificio más vulgar o en la calle más sórdida de la periferia es probable que aparezca detrás de una esquina o en una perspectiva insospechada la arquitectura. Así pues, podríamos afirmar que ésta está entremezclada con la existencia cotidiana de todos nosotros haciéndonos sentir su arte continuamente. Y esto es así aunque en la mayoría de los casos ni siquiera nos demos cuenta.

Y ahí está la paradoja: siendo el arte más público, la arquitectura es probablemente también el menos popular. Todos reconocemos en el cine, la música, la literatura, la pintura, etc. fuentes de placer y de enriquecimiento personal, y, en cambio, a pocos se les ocurre buscar conscientemente lo mismo en las arquitecturas, y mucho menos en aquellas anónimas. El propósito de este blog es rendir un pequeño homenaje a Barcelona, y hacerlo no desde el punto de vista del análisis de los edificios de autor o de los planes urbanísticos (de los que ya se ha escrito y se sigue escribiendo mucho) sino desde el punto de vista de la experiencia del espacio. Una experiencia que pertenece mas a quién transita ese espacio que a quién lo ha creado.

Decía André Maurois que la lectura de un buen libro es un diálogo incesante en el que el libro habla y el alma responde. Lo mismo ocurre con la lectura de una ciudad. Es posible que las ideas y las imágenes aquí descritas tengan una carga importante de subjetividad: la de mis respuestas a Barcelona. Pero, ¿acaso es posible algún camino hacia lo universal que no pase por lo subjetivo?


                                                                                                        Rafael Pérez Mora


3 comentarios:

  1. Animo, es un altra forma de coneixer la ciutat fora de les rutes habituals

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  2. el problema de la paradoja es que arquitectura en si no es arte. pero no nos atasquemos en debates ontológicos. danos duende con tus miradas ;)

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    1. ¿Cómo que arquitectura no es arte? Tenemos un debate ontológico pendiente ;)

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